¡La verdad es que la ciudad me gusta y la gente de Seattle más! Aunque a veces me dan miedo: una chica ha intentado sacarme pasta por contestar una pregunta. Cuando le he dicho que no se ha mosqueado. Luego, en el bus, se ha sentado detrás de mí y tan amigas. O la gente está muy loca o quizá yo soy muy confiada.
He ido a ver el museo de la aviación. Hay que tener en cuenta que aquí es donde se fabrican los Boeings. La verdad, resultó ser más interesante de lo que esperaba. Hay un montón de cosas de la NASA y te dejan entrar a diferentes aviones, uno de ellos el Air Force (el avión que usa el presidente americano). En la entrada había un señor super educado (casi todos los que trabajan en el museo son voluntarios, la mayoría retirados de la armada de USA). El hombre me ha preguntado que de donde era. Al decirle que de España, se le ha iluminado la cara. El señor estuvo destinado en la armada como músico durante dos años en Madrid. Hemos hablado de todo, ¡ha sido increible! Y luego se ha ofrecido a explicarme todo sobre el Air Force One usado por Eisenhower, Kenney y algunos otros.
Después he vuelto al centro. Me he comido una hamburguesa increíble y he hecho un ruta en barco por la bahía. ¡He visto leones marinos, allí tirados al fresco! La chica que iba haciendo la narración de lo que veiamos era genial. Cuando le he preguntado todo lo que no entendía ha sido super paciente. ¿Sabéis qué es el Space Needle? ¡Un edificio futurista el arquitecto del cual creía que iba a ser así como viviríamos en el año 2000!
Estoy encantada. ¡Y si hubiese un poco de sol no me importaría vivir aqui!
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